La henna




manos tatuadas

Cuando viajes a Marruecos te darás cuenta que son muchas las mujeres las que llevan decorados sus manos y sus pies. Lo hacen con la henna, un tinte natural empleado por las mujeres en países como India o Marruecos. Las mujeres lo emplean para decorarse las manos y los pies con motivo de alguna celebración. Aunque se quita con el tiempo puede durar varios meses, depende también de su intensidad y del grosor de la piel. Otro uso bastante arraigado es el de utilizar la henna como tinte del pelo, que constituye la forma más natural de cambiar el color de nuestros cabellos.
La henna es una planta (Lawsonia inermes) de la que se secan las hojas y se trituran hasta convertirla en un fino polvo. Éste se mezcla con el limón y algunos aceites y con azúcar para darle consistencia.

El color de la henna suele ser rojizo, pero lo cierto es que varía según su procedencia. El de la henna marroquí, por ejemplo, suele ser de de un color rojo tirando a marrón.

La henna se utiliza para hacer indoloros tatuajes. De hecho, las mujeres marroquíes lo emplean para decorar su cuerpo con motivo de alguna celebración. Igual que el hammam. Cuando se pone en la piel se queda anaranjado de modo que las mujeres aplican te para oscurecerlo. Además su intensidad también variará dependiendo la zona del cuerpo donde se aplique. La parte más gruesa y menos grasa, como las palmas de la mano o los pies, suelen obtener colores de henna más oscuro. Sin embargo, si decoran el resto del cuerpo, el color que queda es de un tono más anaranjado.

La henna sirve para decorarse el cuerpo, a través de bonitos dibujos, y también para tintarse el pelo, que además constituye un buen método para mantenerlo sano y brillante. Suele ser de color rojizo, pero la intensidad también variará dependiendo de las hierbas con las que se combine.

En los lugares más turísticos de Marruecos, como en la medina medieval de Fez o en la Plaza Djema el-Fna de Marrackech, son muchas las mujeres que hacen tatuajes a las turistas. Es la mejor forma de hacerte con uno. Eso sí, negocia antes los dirhams que te va a costar. Es algo imprescindible en Marruecos...

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