Comer en Marruecos




Con especialidades distintas en cada zona del país, la comida marroquí no deja a nadie indiferente. Es una combinación espectacular de gustos y olores que a cada mordisco, embargan el paladar del viajero. El cuscús, el tajín o los dulces de almendra son solo algunos de los platos estrellas de la cocina marroquí. Si lo tuyo es la comida en los puestos callejeros, no te preocupes, Marruecos te ofrece en cada esquina puestos donde probar sus platos más tradicionales.

Desayuno

El desayuno puede ser toda una experiencia para el paladar, sobretodo si te atreves con platos tan atípicos para el desayuno como el bessara (puré de habas con comino) o el rghaif relleno de khlii (tiras de ternera) o con un estofado de cabeza de cordero. La bollería también es indispensable en el desayuno marroquí. Los más golosos no deben dejar de probar el rghaif relleno de miel o mermelada de albaricoque. Pero si lo tuyo es empezar el día con una buena dosis de cafeína, puedes probar suerte en alguno de los cafés o en los zocos. Comas lo que comas, seguro que empiezas el día con energía.

Comida
La comida es lo más importante en Marruecos. Si lo que deseas es hacer una comida rápida, mejor olvídate ya que en Marruecos suelen ser largas y abundantes. Mejor relájate y saborea cada uno de los platos para después hacer una larga siesta, sobretodo si viajas en verano donde el calor aprieta y es imposible hacer nada. Suele ser de tres platos, con abundante verdura y cuscús. Si lo tuyo es la comida vegetariana, en Marruecos disfrutarás. No dejes de probar el mezze (ensalada) con un delicioso surtido de verduras, acompañadas por pan recién sacado del horno. El plato principal suele ser tajín o cuscus. Y para terminar, el postre. Por más lleno que estés seguro que no te resistes a probar alguno de los dulces de almendra, tan típicos en la cocina marroquí. Una buena muestra de sabores y texturas que satisfacen hasta los paladares más exigentes.

cous-cous

cous-cous

Cena
Si tu estómago te lo permite, acude a cenar a un restaurante. La diffa es un banquete que se sirve para cenar, con danza del vientre y música en directo incluída. Aunque a veces puede resultar algo más caro de lo que en realidad vale la comida, por el decorado y todo lo que conlleva esta cena, vale la pena probarlo aunque sea solo una vez. El resto de los días de viaje, mejor probar con alguno de los snacks típicos de la comida marroquí, como pueden ser las brochetas, la pizza, el shwarma o el tajín.

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